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Explorar los préstamos convencionales: Claves para los compradores de vivienda

Libere el potencial de ser propietario de una vivienda con préstamos convencionales, que ofrecen una combinación de flexibilidad, asequibilidad y diversidad de opciones inmobiliarias para adaptarse a las distintas necesidades de los compradores.
Préstamos convencionales

Puntos clave

Los préstamos convencionales incluyen tanto préstamos conformes como préstamos jumbo, que se adaptan a una amplia gama de necesidades de préstamo.

Adecuado para diversas propiedades, incluidas segundas residencias y propiedades de inversión, con diversas opciones de plazo como 10, 15, 20, 25 y 30 años.

Tipos competitivos, posibilidad de reducir el interés total pagado y flexibilidad con el Seguro Hipotecario Privado.

Préstamos convencionales

¿Cuáles son las ventajas?

Préstamos convencionales
Préstamos convencionales

¿Cuáles son los inconvenientes?

Préstamos convencionales

Los préstamos convencionales, una opción popular entre los compradores de vivienda, destacan por su versatilidad y variedad de opciones. Estos préstamos no están asegurados por el gobierno, pero se ajustan a las directrices establecidas por Fannie Mae, Freddie Mac y otros agentes del mercado secundario. Ofrecen diversos plazos, como 8, 10, 15, 20, 25 y 30 años, con opciones de tipo fijo y variable. Esta flexibilidad se adapta a un amplio espectro de compradores, desde los que compran por primera vez hasta los inversores experimentados.

Para los prestatarios con perfiles crediticios sólidos, los préstamos convencionales suelen presentar tipos de interés y condiciones más favorables. Requieren un pago inicial mínimo, que puede ser tan bajo como 3% para compradores primerizos, aunque un pago inicial de 20% elimina la necesidad del Seguro Hipotecario Privado (PMI). La ausencia de PMI no sólo reduce los pagos mensuales, sino que también contribuye a una mayor equidad en la propiedad con el tiempo.

Préstamos convencionales

Flexibilidad de los préstamos convencionales para diversos tipos de propiedad

El proceso de solicitud de un préstamo convencional implica una revisión exhaustiva de la situación financiera del prestatario, incluidos ingresos, activos, puntuación crediticia y ratio deuda-ingresos. Esta evaluación exhaustiva garantiza que los prestatarios reciban un préstamo adaptado a sus capacidades financieras específicas y a sus objetivos de propiedad de la vivienda.

Los préstamos convencionales también ofrecen cierto grado de flexibilidad en cuanto al tipo de propiedades que cubren, incluidas viviendas principales, segundas residencias y propiedades de inversión. Este aspecto los convierte en una opción adecuada para diversas intenciones de compra, desde adquirir la casa de sus sueños hasta invertir en bienes inmuebles. Con su diversa gama y sus características adaptables, los préstamos convencionales siguen siendo una opción fiable y popular para financiar la compra de una vivienda en el mercado actual.

Preguntas frecuentes

Sí, los préstamos convencionales ofrecen la flexibilidad necesaria para financiar no sólo residencias principales, sino también segundas residencias y propiedades de inversión. Esta adaptabilidad los convierte en la opción ideal para una gran variedad de inversiones inmobiliarias o propiedades vacacionales.

Aunque los préstamos convencionales no tienen límites de ingresos fijos, los prestamistas evalúan sus ingresos como parte del proceso de aprobación del préstamo. Su nivel de ingresos ayuda a determinar cuánto puede pedir prestado e influye en las condiciones del préstamo que le ofrecen.

Su puntuación crediticia desempeña un papel crucial a la hora de determinar el tipo de interés de su préstamo convencional. Por lo general, una puntuación crediticia más alta puede ayudarle a obtener un tipo de interés más bajo, lo que se traduce en condiciones de préstamo más favorables y, potencialmente, en un ahorro de dinero a lo largo del tiempo.

Sí, puede refinanciar un préstamo hipotecario existente con un préstamo convencional, lo que puede ser un movimiento estratégico para obtener un tipo de interés más bajo, cambiar el plazo de su préstamo o aprovechar el capital inmobiliario. La refinanciación con un préstamo convencional también puede ayudar a consolidar deudas o ajustar los pagos mensuales en función de su situación financiera actual.

El seguro de préstamo hipotecario es obligatorio para la mayoría de los préstamos convencionales con un pago inicial inferior a 20%. Sin embargo, una vez que haya acumulado 20% de capital en su vivienda, puede solicitar que se elimine el seguro de préstamo hipotecario, lo que podría reducir sus pagos mensuales. Incluso si no solicita a su administrador la cancelación del PMI, en general, éste debe cancelar automáticamente el PMI en la fecha en que esté previsto que su saldo de capital alcance el 78% del valor original de su vivienda. Para que su PMI se cancele en esa fecha, debe estar al día en sus pagos.

Los costes de cierre de los préstamos convencionales, incluidas las comisiones del prestamista, el seguro del título y las comisiones de tasación, pueden variar. Suelen oscilar entre 2% y 4% del importe del préstamo y pueden verse influidos por factores como el importe del préstamo, los puntos pagados y la complejidad de la operación.

En un préstamo hipotecario a tipo fijo, el tipo de interés permanece constante durante toda la vida del préstamo, ofreciendo estabilidad y previsibilidad en los pagos mensuales. Por el contrario, un préstamo hipotecario a tipo variable comienza con un tipo fijo durante un periodo determinado, tras el cual el tipo se ajusta a intervalos predeterminados, lo que puede dar lugar a pagos fluctuantes.

Hoy en día, la mayoría de los préstamos convencionales no imponen penalizaciones por pago anticipado, lo que permite a los prestatarios la flexibilidad de cancelar su préstamo antes de tiempo sin comisiones adicionales. Esto puede ser beneficioso si desea reducir los costes por intereses a lo largo de la vida del préstamo.

El proceso de aprobación de un préstamo convencional puede variar en duración, oscilando normalmente entre 15 y 45 días. El plazo depende de varios factores, como la complejidad de su situación financiera, la exhaustividad de la documentación aportada y el tiempo de tramitación del prestamista.

Los ciudadanos no estadounidenses pueden solicitar préstamos convencionales, siempre que cumplan los requisitos del prestamista. Estos pueden incluir tener un visado válido, algún historial crediticio en EE.UU. o en su país de origen y una prueba de ingresos. Los prestamistas pueden tener directrices específicas para los solicitantes que no sean ciudadanos con el fin de garantizar la elegibilidad del préstamo.

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